Por la colina pasan rudos
soldados españoles,
barbudo sargento que en la
cima de Albuch paraste
a contemplar el reino.
En el Tercio de Martín de
Idiaquez ha triunfado
¡Nordlingen es nuestro!
Exclamaste.
Los Tercios españoles
siguen avanzando.
Son
las cinco de la madrugada del 7 de septiembre de 1634. En plena Batalla de
Nordligen el Tercio de Martín de Idiaquez avanza. Hasta ese momento estaban en
segunda fila por orden expresa del coronel alemán Wurmser que no quería verse
relegado junto a sus hombres en otra posición. Pero los dos Regimientos
alemanes se rompen, y pronto las tropas empiezan a huir a tropel. El Coronel
junto con un puñado de oficiales no se repliegan y morirá en el Campo de
Batalla entre las filas suecas.
La
desbandada de alemanes es tan grande que el Tercio debe calar picas para no
verse arrollados y que la formación se rompan. Las filas españolas son rígidas,
el paso firme, lo que para los alemanes se ha convertido en un imposible para
los españoles es presente. Ya ocupan la primera fila. En la colina de Albuch,
los restos italianos de Tercio de Torralto defiende como pueden la posición.
A los 12 del
medio día el Tercio Español ya ha rechazado quince cargas suecas a tambor
batiente y se mantiene firme aunque desgastado. Pero incluso después de siete
horas de lucha lo mejor está empezando… por la colina de Albuch descienden los
españoles a pica calada y con las banderas desplegadas al tiempo que el
enemigo, los regimientos Negros , Amarillos y Azules suecos huyen despavoridos
ante la templanza española.
La conquista
de la Colina de Albuch fue crucial para conseguir la victoria en Nordligen pues
de lo contrario las unidades suecas hubieran emplazado allí su artillería y el
final posiblemente no hubiera sido el mismo.
El pintor Jose
Ferre Clauzel, con extraordinaria maestría ha representado a aquel sargento del
Tercio de Martín Idiaquez contemplando un horizonte, reflejo de la tropa que
tenía a sus órdenes. La obra, titulada “…en la Colina de Albuch” resuda épica,
templaza, pundonor… el uso de colores, la luz y los contrastes a la vez que la
creación de una nueva obra que no nos recuerda a otras es tal vez lo más
destacable de este óleo sobre lienzo que para Clauzel, que como otras obras
anteriores, es un tributo al soldado español y a las Grandes Victorias
Olvidadas en un país donde nos gusta más recordar derrotas.
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