Esta historia lleva implícita varias historias… es la mirada
del legionario la que habla de ellas, la que se pierde en ese horizonte de la
vida. No es un cabo apenado, ni derrotado, es un legionario y esa palabra ya lo
dice todo… en su mirada descansa el peso de la guerra y del destino.
Jose Ferre Clauzel lo ha vuelto a hacer. Ha conseguido
plasmar el rostro de los orígenes de La Legión, la mirada abnegado del destino
del tercio en Marruecos. La Guerra de Marruecos, la pacífica bélica de un Riff
en sombras, el pasado… sobre todo ese pasado que le hizo alistarse a La Legión
de Millan-Astray… a ese ejército que no entendía de nombres propios, de
soldados, ni de pasados turbios o sí, o mucho más que eso.
Tras la mirada del legionario hay una historia de desamor,
hay muchas historias de pérdidas, de muerte en combate, que es donde la sangre
del guerrero se derrama. Tras los ojos del legionario hay historias de
recuerdo, de añoranza, de hermanos de uniforme que ya no están codo a codo en
el blocao, o en el plantel de la vida cotidiana, con el baso de vino y los cánticos
de taberna en el poblado, cerca del campamento, canciones que eran unión y camaradería.
Un himno.
La barbilla del legionario no cae, es joven, aunque nadie
sabría decir a ciencia cierta su edad y los galones los ganó como deben
ganárselos los soldados, con un Mauser, las alpargatas y una lucha en un
terreno tan salvaje como inconquistable. Él vio en Zeluan, aquel verano del
1921, lo que las tropas de Adb el Krim eran capaces de hacer a los soldados que
atrapaban, a los prisioneros, y aquellas mutilaciones horrendas salpicaron su
visión y se grabaron en su alma en forma de odio… él sabrá lo que hacer, sabrá
ponerse a la misma altura de salvajismo cuando tenga oportunidad, posará con
las cabezas de sus enemigos y después las colocará para que adornen los
parapetos, para que los que vuelvan sepan de lo que un legionario también es
capaz… aunque nada de eso será gratuito, y poco a poco sus ojos se verán
cargados de toda esa vivencia que ya no podrá disimular… ¡Sí, es cierto! Pero
es un Legionario, uno con mayúsculas y su jefe es Jose Millán-Astray y Terreros
¡El Legionario! Aquel que gritó y transmitió a los suyos ese ¡¡VIVA LA MUERTE!!
Datos técnicos de la obra:
Óleo sobre papel titulado "Uno de los Nuestros". Se trata de un boceto mejorado e iluminado
de una obra superior del pintor hispanofrancés Jose Ferre Clauzel, las medidas
del mismo son de unos 25cm. Desde la Asociación Arte Militar queremos
agradecerle una vez más su aporte para hacer un ápice más grande la historia
militar de España.
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