Hay historias que traspasaron la palabra heroísmo aquel verano de 1921, en el Rif. Una de ellas tal vez sea la del capitán de caballería José del Castillo Ochoa al que el pintor Jose Ferre Clauzel ha querido dedicar esta obra.
En la mañana del 23 julio de 1921, un coche, con varios oficiales que habían pertenecido al Regimiento Alcántara y que querían ir al frente a despedirse de sus jefes y compañeros se puso en ruta. En el iba el capitán Del Castillo. Al llegar a Batel un grupo de soldados les paró y les advirtió de que era muy peligroso llegar hasta Drius pues las unidades españolas habían perdido la seguridad del control de las carreteras. Pero aún así estos siguieron, hasta encontrarse con su jefe a media mañana en la puerta de Dar Drius.
El capitán Del Castillo saludó a los suyos, y a los que hasta hacia poco habían sido sus soldados, ya que mandaba el 3er Escuadrón de Sables y había salido hacía poco destinado al Grupo de Regulares de Larache. Pero ante la exposición de la situación, todos los oficiales decidieron quedarse en apoyo del regimiento. El capitán Del Castillo fue nombrado ayudante accidental de Primo de Rivera… después la escolta de los escuadrones y la carga del río Igán… Castillo recibió un impacto de bala que le seccionó la arteria femoral. Moriría en Melilla dos días después. Fue el único capitán que falleció a causa de las heridas producidas en la mítica carga del cauce seco del río Igán.
El capitán José del Castillo Ochoa había nacido el 17 de marzo de 1883 y había ingresado en la academia en septiembre de 1900. Era capitán desde noviembre de 1916.
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